Barack Obama ha iniciado hoy su quinta y última visita a Alemania como presidente de Estados Unidos al aterrizar en Hannover, donde promoverá junto con la canciller Angela Merkel el tratado de libre comercio entre su país y la Unión Europea (UE) e inaugurará la feria industrial más importante del mundo.
Obama descendió sonriente del "Air Force One" bajo una fría lluvia en la ciudad del norte alemán, última estación de su gira por tres países europeos. El líder demócrata, que dejará la Casa Blanca en enero tras cumplir dos mandatos en el cargo, regresará a Estados Unidos mañana lunes por la noche.
Tras su llegada, Obama será recibido por Merkel en el imponente palacio de Herrenhausen, famoso por sus jardines barrocos. Ambos ofrecerán una rueda de prensa antes de inaugurar la feria industrial de Hannover, que tiene este año a Estados Unidos como país invitado. Los dos líderes cenarán en Herrenhausen con empresarios.
En su segundo y último día en Alemania, Obama participará mañana con Merkel en un encuentro con sus pares de Francia, François Hollande, Italia, Matteo Renzi, y Reino Unido, David Cameron. El principal tema en la agenda será la lucha contra el terrorismo tras los ataques de París y Bruselas, según adelantó la Casa Blanca.
Pero el asunto que dominó los días previos a la visita del mandatario a la primera economía europea fue la negociación entre la UE y Estados Unidos sobre el llamado Tratado Transatlántico de Asociación e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés).
El fuerte rechazo que genera el acuerdo de libre comercio en amplios sectores de la población alemana se plasmó el sábado en una gran marcha de protesta por Hannover. Se espera que Obama y Merkel promuevan el acuerdo en sus conversaciones y declaraciones.
Otros temas de la reunión bilateral serán la lucha contra la milicia radical Estado Islámico (EI), la crisis de refugiados y los conflictos abiertos en Libia, Siria y Ucrania, así como la amenaza de que Reino Unido abandone la UE.
Pese a las diferencias por el TTIP o el grave escándalo por el espionaje exterior estadounidense, que afectó particularmente a Alemania y a la propia Merkel, Obama sigue siendo un personaje popular en la primera potencia europea.
Según un sondeo del instituto Emnid publicado el viernes, un 84 por ciento de los alemanes consultados se mostró satisfecho con los ocho años de gobierno de Obama. Sólo un siete por ciento dijo estar disconforme con su gestión.
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