BRASÍLIA—El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, criticó la estrategia de la presidenta Dilma Rousseff de calificar un juicio político para destituirla como un golpe de Estado liderado por el propio Temer y dijo estar listo para hacerse cargo del país si la mandataria es removida de su cargo y de hacerse a un lado si es absuelta.
Temer dijo que los procedimientos de la acusación se rigen a la Constitución y que hablar sobre un golpe de Estado perjudica la imagen de Brasil en el extranjero. Como evidencia de que no hay ningún golpe, agregó que mientras Rousseff viaja a Estados Unidos para participar en un evento de Naciones Unidas el viernes, será el presidente en funciones durante un par de días.
“Voy a devolverle el cargo cuando regrese”, señaló a The Wall Street Journal. “Cada paso del proceso de destitución está en conformidad con la Constitución. ¿Cómo es esto un golpe de estado?”.
Las declaraciones de Temer se producen en momentos en que Brasil atraviesa por una de las crisis más profundas y complejas de su historia, con una economía que se contrae con rapidez en medio de un estancamiento político tenso.
El pasado domingo, la cámara baja del Congreso dio luz verde a un proceso de destitución por una abrumadora mayoría y ahora la presidenta puede enfrentar un juicio político en el Senado. Los 81 senadores de Brasil decidirán en las próximas semanas si aceptan o no el caso. La mayoría de los observadores, e incluso muchos partidarios de Rousseff, creen el juicio político es un hecho, en cuyo caso Rousseff sería reemplazada por Temer hasta que se produzca un veredicto final.
Un portavoz del gobierno de Rousseff no ofreció comentarios inmediatos.
La presidenta dijo a principios de esta semana a corresponsales extranjeros que es injustamente blanco de los conspiradores de derecha que tratan de sacar a su izquierdista Partido de los Trabajadores del poder y deshacer sus políticas de inclusión social.
El proceso de impugnación se basa en acusaciones de que violó la ley de presupuesto de Brasil, al usar maniobras contables para ocultar agujeros en el presupuesto, algo que ella niega rotundamente.
Temer dijo que está listo para asumir el control, pero tiene cuidado en no alimentar las críticas por parte de Rousseff y sus partidarios de que está conspirando contra ella.
“Últimamente ha dicho que soy un golpista, lo cual obviamente es molesto para mí y para la vicepresidencia de la República”, dijo.
Temer dijo que ya está hablando con los posibles miembros de su eventual gabinete y espera conformar una coalición para gobernar el país durante el juicio de Rousseff, pero se negó a dar nombres. “Cuando llegue el momento, voy a tener un gabinete en mi cabeza y sólo entonces daré a conocer los nombres”, dijo.
0 comentarios:
Publicar un comentario